PERFUMERIA GALLO ROJO ( 1962-1984) “La Boutique de Paca”

Opinión 2.0 de El Campello

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PERFUMERIA GALLO ROJO ( 1962-1984) “La Boutique de Paca”

PERFUMERIA GALLO ROJO ( 1962-1984)   “La Boutique de Paca” Articulo enviado por: Remedios de los Ángeles Climent

Permítanme una pequeña introducción ….

“La construcción es la lengua materna del arquitecto; un arquitecto es un poeta que piensa y habla en el idioma de la construcción”

“La belleza parece en la vida pero es inmortal en el arte”. Leonardo da Vinci”.

Dicen que el visionario es aquel que tiene el poder de tener visiones sobrenaturales, que provoca en su mente imágenes o estímulos que percibe como reales…”


Sabido es que los ladrillos no tienen alma, su materia prima es la arcilla en cantidades variadas de óxido de hierros y materiales alcalinos. Con ellos se levantan casas, en el caso que nos ocupa, un visionario en los negocios y  arquitecto del pensamiento, ideó una gran sala de fiestas para que las grandes voces del mundo deleitaran bajo el gran palmeral que el lugar ofrecía desde los tiempos, maravillosas tardes - noches de deleite para el oído y la vista. Un lugar de ocio con mayúsculas en plena Costa Blanca que dio su lugar a un pueblo de pescadores perdido en el mapa, donde, y al filo de la carretera general solo aparecían señalados, “Alacant y la Vilajoisa”.  Luis Miguel Vidal Masanet lo fue. Cierto es que un empresario mira ante todo por sus negocios, su buena ubicación y más tarde proyección. Es el alma de su propia creación.

 

Cuando un político, arquitecto, constructor proyectan un edificio alrededor de la mesa de un despacho, debe prevalecer el alma – En este caso tres almas – Y cuando ante trazos, números y diseños no se añade el alma, el edificio carecerá de encanto, porque los que lo han diseñado, construido y dado las licencias, han mirado con ojos especulativos, importándoles bien poco la estética de un pueblo que encante al visitante. Un pueblo gris, carente de sello de identidad, en cuanto a su estética. Así es nuestro pueblo de El Campello, salvo algunas excepciones, como es la fachada y balconadas de un edificio frente al Parque Central y poco más.  A veces el ciudadano se pregunta si será posible que Urbanismo cambie la normativa e imponga a los constructores sus propias bases.

 

Retomando el titular del artículo, existe una anécdota digna de mención, ya que se trata de la valentía de una joven viuda, vecina y muy conocida del pueblo; Francisca Forner Galvañ, que también puso su granito de arena dentro de un importante recinto levantado con cemento y ladrillos…también con ALMA. Paca enviudo siendo muy joven, a la edad de treinta y seis años y con tres hijos: Pepe y los mellizos Ramón y Paqui Guach Forner. Hija de Ramón y Francisca, educada para las labores del hogar. Hogar que formó con su marido Pepe Guach (Pepito Ferreria), en una de las casas llamadas “casas baratas” en la calle Fray Juan Tenza. Ella tuvo que pasar el duelo con la obligación de convertirse en madre y padre de sus tres hijos, dejando sus lágrimas para cuando se escondiera el sol y la luna no clareara demasiado. Había que trabajar por lo que decidida que a sus hijos no les faltara de nada abrió en su propia casa una droguería – perfumería, la primera del pueblo. Extraoficialmente y como una aportación más a la mermada economía vendía entre las amistades y vecinas alhajas de oro. Por lo que echando la vista atrás y por información de su familia, Paca fue de las primeras emprendedoras (mujer, madre, viuda) de este nuestro querido pueblo de El Campello, cuando solo era Campello, sin El.

 

(En mi libro, en ciernes, sobre la historia de la famosa sala de fiestas que tanto esplendor dio a nuestro pueblo mi único propósito, desde que comencé con esta labor de investigación y recopilación de material; documentación, fotos y versión oral, siempre prevalece el dar su merecido lugar, en primer lugar al empresario, y después a sus empleados, casi todos leales al jefe. La parte humana de cada uno de ellos, pues todo y todas formaron una gran familia y algunos nunca quisieron tener otro jefe.

 

La construcción de la sala de fiestas comenzaba a las seis de la mañana, cuando los camareros y maitres de la Goleta, Albany y otros negocios del jefe cerraban. Todos se trasladaban a Campello y, después de un buen almuerzo se ponían a levantar muro. Los grandes cantantes, músicos y humoristas son parte importante del libro- documento que quedará para la historia. Nuestra querida vecina Paca forma desde ya, parte de él, como mujer, joven, viuda y con tres hijos que, con su babi de trabajo (gustaba llevar bolsillos; uno para las monedas del cambio y otro para los billetes). Fue un vecino suyo Pepe Perez que a la sazón trabajaba en El Gallo Rojo (aparcamiento) quien, aconsejado por su esposa, vecina del pueblo muy conocida y querida; Marieta “ la Cristina”, hablo con su jefe D. Miguel para abogar por Paca, explicándole su caso. Masanet permitió que la joven viuda montara, en un rinconcito, cerca de la entrada y escenario una paradita donde exponer y vender sus jabones olorosos y perfumes.

 

Sara Montiel, Mari Samper, Lola flores, Carmen Sevilla… y tantas artistas aprovechaban su paso por el Gallo Rojo para comprarle perfumes a Paca, que sin duda tenía los precios más asequibles que en las grandes ciudades, donde por ser ellas quienes eran no era cosa de regatear. Con respecto a Mari Samper… esta, al parecer, le hacía una buena compra, para todo el año y regalos – decía – añadiendo unos chistes que a Paca le hacían sonreír, sabedora de que no solo, por cariño, también para que le rebajara la cuenta. Lo cual Paca hacía, con la condición que no se lo dijera a Sara Montiel, buena clienta también. 

 

P.D…  Si el texto les parece entremezclado de mensajes, es exactamente lo que mi pluma quiere transmitir, especialmente resaltando los valores de los emprendedores con ALMA que dejaron huella en el Municipio de El Campello. Francisca Forner fue una buena esposa, madre, vecina y emprendedora y sin duda formó parte de esa gran ALMA de la familia GALLO ROJO de Miguel Vidal Masanet.

 

Remedios de los Ángeles Climent - autora

 


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