“NOS ESTAMOS CARGANDO ESTE PLANETA”

Opinión 2.0 de El Campello

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“NOS ESTAMOS CARGANDO ESTE PLANETA”

“NOS ESTAMOS CARGANDO ESTE PLANETA” Articulo enviado por: Eduardo Seva

Desde que se instaló en el lenguaje popular el “cambio climático” por indicación expresa del gobierno de Dick Cheney con George W. Bush en contraposición al de calentamiento global ), hace que nos parezca completamente impersonal, parece que la culpa la tenga el propio clima . Yo prefiero seguir llamándole calentamiento global.

Una de tantas incongruencias y fatalismos de la humanidad en estas fechas. Hubo un tiempo – la historia nos lo enseña – en que la Humanidad creyó a pies juntilla que la Tierra era plana y que éramos en centro de la creación, en mismísimo centro-centro del Universo mundo. Es una demostración más de la vanidad con la que solemos empaparnos en un grado más de antropocentrismo. La especie humana es una más de entre las posibles de este planeta y que probablemente alcancen la cifra de más de 40 millones.

 

Este planeta ha sobrevivido a cinco extinciones casi masivas y en una de ellas (la del Triásico) se quedó solo con el 5% de las especies vivientes en aquel entonces. No estábamos nosotros pero es comprobable empíricamente. Las otras 4 se llevaron algo así como el 75% y la última del Cretácico, hace 75 millones de años, todas las familias de grandes saurios. La aparición de las cianobacterias y con ellas el oxígeno en la atmósfera primitiva dio al traste con un montón de seres vivos que no soportaban lo que respiramos ahora. Cualquier concatenación de explosiones volcánicas en la cordillera de los Andes o en el cinturón pacífico un poco anómala, puede arrojar más CO2 a la atmósfera que toda la industria conocida en los últimos 50 años. Cualquier anomalía en el eje de rotación del planeta – como otras veces ha ocurrido – puede cambiar en pocos siglos el damero de los bioclimas y de los biomas en la superficie del planeta. Lo mismo ocurriría con una anomalía de la actividad solar en su superficie.

 

Si acatamos que Groenlandia viene de Greenland (tierra verde) y que los antiguos vikingos colonizadores de las tierras americanas por allí por Terranova lo fueron gracias a un “paseo” en manga corta. Si asumimos que las pinturas rupestres encontradas en el mismo corazón del desierto argelino de Sahara (jirafas, cocodrilos, elefantes, cazadores…) son ciertas, este bioma que llamamos el desierto más grande del mundo se formó tan solo en unos pocos siglos y quizás por el cierre rápido del istmo de Panamá. Si pensamos que el Mediterráneo se ha abierto y cerrado por el estrecho de Gibraltar varias veces, provocando crisis de salinidad diversas en el período Messiniense, hace tan solo 7 millones de años y con ellas, diversos procesos de extinción de especies, encajamiento de cursos de agua, erosión a niveles impensables y demás historias  geológicas y biológicas, ¿por qué pensamos que una sola especie (la humana) va a acabar con el resto en un plis-plas? La vanidad, la autocomplacencia, la arrogancia, la soberbia nos llena.

Por irnos más cerca en el tiempo y al hilo de lo que acaba de repetirse en la Vega Baja, lo que hoy en día compone toda la llanura cultivada de hortalizas fue en otro tiempo (hace solo 2.600 años) una inmensa laguna a cuya orilla se asomaban los pueblos íberos de Elx, Crevillent, Santa Pola, Guardamar, los que mantienen un casco antiguo. La tala de los bosque de la cuenca del Segura, una cuenca hidráulica tremendamente energética por el declive y las precipitaciones intensas de otoño, para diversas aventuras y políticas (extracción de metales para el comercio con fenicios, construcción de flotas para conquista de América, Armada Invencible, desamortización de las tierras al clero y convertidas a secano…), ha llevado en escasos siglos a colmatar la laguna y arrojar material al mar suficiente como para formar unas dunas móviles impresionantes que amenazaron con sepultar la población de Guardamar y que tuvieron que ser fijadas y retenidas por las obras del Ingeniero Mira i Botella. De la descripción que hace un anónimo gaviero masaliota en su Periplo pasando por estas costas a la que hay ahora, han tenido que sepultarse bajo las arenas una grandísima población ibero-fenicia del siglo IX a.C. y una rábita enorme de los siglos IX al XI d.C. Díganme si no cambian los ambientes en tan solo dos milenios.

 

Por ir todavía más cerca, aquí mismo en Campello, todos hemos pasado por la N-332 y cruzado el río Seco (Montnegre) y hemos visto que el cauce se ha encajado en sus propios sedimentos que arrastró en períodos sumamente energéticos, a juzgar por la heterogeneidad de los materiales, gravas gruesas, cantos rodados, arenas, limos,…, y a juzgar por la potencia misma de los sedimentos cortados (5-6 m.). Arrastrados desde el inicio de la cuenca, de la Hoya de Castalla, en fenómenos de gota fría o DANA de muchísima más envergadura que esta última. Del mismo origen podemos dar la existencia de toda la huerta de Alicante y Sant Joan. Hace tan solo 15.000 años, el nivel del mar estaba 6 m. por debajo de lo que está ahora.

 

La atmósfera es un fluido gaseoso continuo que envuelve toda la Tierra hasta un espesor de 50-60 km. Lo que hagan en Bangkok o en Tennessee, en Goa o en Teherán, tarde o temprano lo vamos a sufrir todos, incluidos los campelleros. Lo vamos a oler o lo vamos a sufrir en nuestras costas, en nuestro comercio, en nuestras economías, en nuestro valor de vida, en nuestro confort, en la calidad de vida. Europa es el continente que, en su conjunto, más respeto tiene por el entorno. Pero lo tiene en varios órdenes de magnitud por encima del sureste asiático, Rusia, África por entero o países tan adelantados como EE.UU. China, India o México. El desprecio y/o la ignorancia por el cuidado del medio ambiente que tienen en el resto del mundo comparado con la dulce Europa son de dimensiones siderales. Y nosotros no hacemos más que darnos golpes en el pecho de culpabilidad y de avergonzarnos por poseer un motor de combustión con todos los sellos de haber pasado con éxito la I.T.V. La industria automovilística de Europa va a sufrir un vuelco revolucionario por la nueva apetencia de los usuarios hacia los coches eléctricos debido a su mala conciencia. ¡Si mirásemos por un agujero lo que hacen otras colectividades con su entorno! ¡Qué sorpresa nos íbamos a llevar!

 

Nosotros practicamos actividades bastante respetuosas con el medio ambiente que nos rodea. No debemos confesar ningún hecho delictivo contra nuestro planeta. La cultura mediterránea precisamente es de lo más isotónica con su propio paisaje. El paisaje mediterráneo es obra connivente con la cultura mediterránea, son uña y carne, no existiría uno sin la otra. Y es de los biomas más resilientes y de los más diversos del planeta precisamente por la domesticación que ha hecho el hombre. El verdadero respeto por el entorno debe estar en las aulas, en la educación dentro y fuera del hogar y en el ejemplo que se ha de dar al que no está educado en este campo. El ecologismo es una línea de pensamiento, es un fervor doctrinario, no es Ciencia.

 

Desde que se instaló en el lenguaje popular el “cambio climático” por indicación expresa del gobierno de Dick Cheney con George W. Bush en contraposición al de calentamiento global (film VICE o El Vicio del Poder, 2019), hace que nos parezca completamente impersonal, parece que la culpa la tenga el propio clima y hasta los académicos se han decantado por este bionomio. Yo prefiero seguir llamándole calentamiento global.

 


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