MARINERO DE LUCES

Opinión 2.0 de El Campello

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MARINERO DE LUCES

MARINERO DE LUCES Articulo enviado por: Remedios de los Ángeles Climent

Es imperdonable que, se pasara por alto un merecido recibimiento tanto en el puerto de Santa Pola como en el propio Ayuntamiento de El Campello.

Para narrar las heroicas gestas de nuestros marineros campelleros sería justo remontarse tiempo atrás, incluso mucho más allá, cuando nuestra orilla estaba desierta y solo unas cuevas misteriosas aparecían en la falda de un respetable talud, en el lugar conocido por La Illeta. Solo ahí nos sumergiremos en los espejos de un mar a sus pies y bucearemos hasta encontrar la Nereida de la Espuma Anfitrita, hija de Neptuno. Tal vez ella pario en este lugar y de ahí nuestros hombres de la Mar.

 

En este artículo, desde la asociación AMHIEC, retomamos el presente rindiendo merecido honor a un hijo y nieto del pueblo de El Campello, el cual desde nuestra humilde participación en la recuperación histórica de nuestro Municipio, por unanimidad nombramos Marinero de Luces. Los honores mayores es justo los otorgue nuestro Ayuntamiento, aunque para ello tenga que contemplar la ampliación de Protocolos. Con el deseo de que la nueva legislatura recoja el guante y, en su justo valor reconozca méritos.

 

El Campello a día de hoy podría ser la envidiada flota pesquera de altura  que sus  hombres de la mar iniciaron, sin embargo la proximidad a los puertos, de Alicante o Villajoisa fueron dos firmes y opuestos pilares para que nuestros hombres bajaran la guardia ante tanto rechazo burocrático para obtener los permisos del puerto deseado donde amarrar su flota. La mayoría de sus barcos construidos en los astilleros de Tomas Vaello y más tarde Pedro Vaello.

 

“Las embarcaciones, varadas y herrumbrosas, en el olvidado mar Aral”, no hacen honor a nuestra historia marinera y, un pueblo que olvida es un pueblo desagradecido. La burocracia con mayúsculas para gestionar un puerto pesquero era demasiado gigante y mucha lucha. El conformismo del campellero prevalece a día de hoy.  Nuestra flota se esfumó por otros puertos de Dios, así como muchas familias. A principios del siglo XX  llegamos a ser la primera flota pesquera de madera más importante del Mediterráneo. ¡oh milagro! apareció el turismo salvador. Los terratenientes dilataron sus pupilas abriendo sus bolsillos con la venta de terrenos y, el pueblo creció.

 

Hasta aquí todo entra dentro de la evolución del ser humano ante una lucha casi perdida… Pero lo que no tiene perdón – con perdón –  Es el olvido.  Olvidar el origen, olvidar quien nos dio de comer….  La  Mar. Ella sigue a nuestros pies, nuestros veinticuatro kilómetros de costa rezuman historia con cada ola que rompe a su orilla.

 

Nuestros hombres, descendientes todos de apellidos emigrantes, de pueblos vecinos, por la oferta de trabajo en las tierras de la finca del Marques “Hisenda Sarrió” y comerciantes que, con sus carruajes cargados de viandas, decidieron instalarse… así se fue formando pueblo. Sin olvidar los habitantes de las cuevas de la Illeta y familias del vecino Sant Joan, que fueron pescadores antes que campello fuese pescado. Como por ejemplo la familia Caturla, que poseían embarcaciones y se instalaron en el carrer la mar. La historia de nuestro pueblo es fascinante, sin embargo poco apoyo recibimos quienes, enamorados de ella, más que facilidades nos ponen trabas, al menos a día de hoy.

 

 La Asociación Museo Historia El Campello nació con la propuesta de una campellera, la cual firma este articulo y la ayuda de varios colaboradores, entusiasmados por el proyecto reivindicativo que pedía apoyo para lo que, ¡clama! en nuestro pueblo, como es mostrar dentro de cuatro paredes la historia de LA MAR, la nostra mar i els nostres homes de la mar. Sin olvidar el nacimiento de la parte de arriba del pueblo que nació de la mano de un terrateniente, D. Nicolás Perez de Sarrió y su descendencia. Marqueses de Algorfa.

 

Toni Baeza Lloret

 

Después de esta introducción – había que hacerla porque son muchísimos los vecinos que merecen conocer historia del pueblo donde decidieron afincarse --  retomamos a nuestro héroe campellero, conocidísimo desde que Marta, su madre, lo trajo al mundo y conoció desde siempre el olor a la mar salá que nos envuelve y el duro trabajo de Antonio, su padre, también marinero. Pero Toni es vecino que, aunque pasa buena parte de sus días “caminando sobre las aguas y, como Pedro el pescador, lanza  sus redes al agua para recoger sus frutos…”  hombre de fácil accesibilidad y muy amigo de sus amigos y vecinos, de una humildad respetable pues, aunque sabe muy bien el mérito de sus heroicidades y de sus compañeros de tripulación, según dice: __ “ ¡Si nos hallamos en alta mar y nos encontramos un perro a la deriva lo recogemos!, cómo no, parar motores, dejar de faenar y salvar a seres humanos!

 

Antonio Baeza Lloret es en realidad Mecánico Naval - Mayor (Jefe de máquinas) con larga trayectoria en la mar a pesar de su juventud). En 2006 y estando embarcado en el Francisco y Catalina, del armador santapolero Pascual Dura, pesca de altura), rescataron a 51 inmigrantes en aguas Internacionales de Libia. (Libia tiene 75 millas, el resto son aguas Internacionales): tres mujeres, una niña de cinco años y el resto hombres. Todos con un mismo objetivo; Huir de las mafias y encontrar un mundo mejor.

 

Toni (motorista) y Pascual (patrón), con el barco sin gobierno, salieron al puente a  respirar aire fresco y al momento avistaron una patrullera que hacía luces. En principio creyeron que era por ellos, cuando vieron a una Zodiac a popa huyendo de la autoridad. Se tiraban al agua desesperados y, estaba claro que algunos no sabían nadar. Las patrulleras solo los recogen si se tiran al agua. Si se resisten en su embarcación los deja y se retira. En este caso estaba claro que querían ser rescatados por la embarcación Española a la que se hallaban pegados.

 

Fue una larga noche, que estos valientes marineros nunca olvidaran. Imposible borrar el llanto desgarrador de esos seres humanos, en su máxima desesperación. Las miradas vidriosas por la impotencia y de agradecimiento a la vez. Esa noche la tripulación no durmió, repartiendo afecto, ropa… Chicos de entre 16, 18, hasta 24 años, semi desnudos y desnutridos. Uno de ellos contó que llevaba seis años huyendo de las mafias. (A raíz de este rescate (2006) se rodó la película titulada Malta Radio.  La Ministra María Teresa Fernandez de la Vega hizo entrega de la condecoración al mérito civil a los tripulantes : José Durá Lopez, armador y patrón del buque; Bautista Molina Soler, segundo patrón ; Alvaro Dominguez Sonera, contramaestre; Jaime Valero Lopez, cocineo, Antonio Baeza Lloret, ( DE EL CAMPELLO) primero de máquinas;  Juan Pascual Durá, segundo de máquinas, ; Jesús Nemiña Antelo, triador, y José Emilio Toba Martinez, Ramon Marcote Traba y Manuel Perez Ballón, marineros.

 

Siendo también premiados con la medalla de oro de La Cruz Roja y candidatos del Príncipe de Asturias de la Concordia. Nuestro campellero Toni estaba ahí.

 

 Los tres primeros días la tripulación pasó miedo, hacinados y sin apenas entenderse. Los marineros saben muy bien que el miedo puede desatar el pánico e incluso un motín y ante esto ellos corrían peligro. Al cabo del cuarto día todo fue más llevadero y empezaron a contar sus propias historias.

 

Segundo rescate 2018: “Era por la tarde y nos hallábamos comiendo – a bordo y en la mar no tenemos horario – algunos pusimos atención al oír chocar algo desconocido por detrás, ruido  que fue en aumento debido al fuerte baile de las aguas. Docenas de ojos como el azabache, moteados de roja sangre por la irritación; llorar o el salitre del agua, nos sorprendieron, aunque no del todo, ya lo habíamos vivido…(Toni Baeza)

 

Un poco de todo y mucho miedo. Sabían que la muerte navegaba con ellos y se mofaba de su desdicha. Pero la conocían bien pues los acechó desde que nacieron, en los confines de un mundo aferrado a la naturaleza salvaje y olvidado, sin embargo con tanta riqueza y tan expoliado por el hombre blanco. La muerte siempre ha estado a su alrededor. Simplemente ellos, muchos, se habían cansado de olerla y, de nuevo el hombre blanco les facilitó las nuevas tecnologías descubriendo un mundo mejor, más allá del altísimo Toubkal, en el norte de África, o el gigantesco Kilimanjaro de la África Negra. Huir, huir, huir, de los matrimonios con niñas, la mutilación genital, trata de esclavos, corrupción y hambruna. Porque no decirlo, tráfico de órganos.

 

Por menos  de todo ello, nosotros  emigraríamos. Por todo ello y más África se lanza al mar. Confiando, eso sí que su Allah, les pondrá, entre las corrientes marinas, un barco con seres alados, sentimientos nobles y a flor de piel y, en este caso concreto chocaron con la embarcacion Santapolera MADRE DE LORETO y su tripulación: Pascual Durá (Patrón) y armador. Francisco “Vicho” segundo patrón. Antonio Baeza Lloret (motorista), ayudante (un senegales al que llaman Paquillo). Mustafa (cocinero). El resto de la tripulación: Penagal, Maico, Menadou, Kemo, Alaki, Nonut, Yon (indonesios ambos) y Makelele.

 

Toni:  “La tripulación, en principio, les lanzamos alimentos. Pero la noche acechaba y había que hacer algo. Después de un rife rafe con la patrullera y al no avistar ningún barco de más envergadura, el patrón decidió rescatarlos. Era inhumano ver a los hombres lanzarse al mar ya que, de ninguna manera querían ser devueltos a Libia”.

 

Las llamadas desde y/a España se intercambian sin muchas soluciones. Siempre aconsejando otros puertos. Malta no les permite desembarcar y estuvieron diez días en negociaciones. La tripulación de Madre de Loreto pasó de estar pescando a la quisquilla y ganar sus salarios o partes, para dedicarse a una labor humanitaria, que era en realidad lo que les dictaban sus corazones. Desde el gobierno de Valencia Mónica Oltra y Loreto Cascales les llamaban todos los días.

 

Con la misión humanitaria cumplida regresaron a casa. Los bolsillos mermados, pero sus corazones rebosantes pues en ambas ocasiones “su pesca fue, una gran pesca” que Dios les tendrá en cuenta para los restos. Ellos los tripulantes y mandos de todas las embarcaciones que faenan por esos mares del “mana” saben que seguirán salvando vidas. Es justo que nosotros también lo sepamos y sobre todo lo valoremos. Somos el pueblo que vio nacer y crecer a Toni, su generación anterior y las que siguen.

 

Toni casó con  María Jesús, hija también del pueblo, de familia de armadores ( Hermanos Bernabeu- ·chaucha) con mucho arraigo e infinidad de singladuras en los cascos de sus embarcaciones  y espaldas. Barcos que daban empleo a muchas familias y muchos hombres que engrandecieron también su flota. Es lamentable que nuestro pueblo dejara en el olvido la historia que nos identifica como pueblo marinero.  Es imperdonable que, se pasara por alto un merecido recibimiento tanto en el puerto de Santa Pola como en el propio Ayuntamiento de El Campello. Hay que reconocer que el pueblo de Santapola con sus autoridades al frente,  se volcó  para recibirlos y, entre la emocionada tripulación de MADRE DE LORETO un campellero; su motorista, deseando abrazar a los suyos; Antonio Baeza Lloret… MARINERO DE LUCES.

 

Remedios de los Ángeles Climent

 

 


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