ECOTONO, parece un apelativo cariñoso, un mote con el que nos dirigimos a un sobrino o a un cuñado. Ecotono es el espacio (grande o pequeño) que separa una comunidad de otra, un ecosistema de otro, un bioma de otro o un medio (el terrestre) de otro (el marino). Puede ser tan sutil y estrecho como la línea de sombra de un arbusto sobre el suelo, puede ser tan ancho y tan amplio como la banda de El Sahel que separa el bioma desértico del Sahara de la sabana subtropical. Y puede ser, como es el que nos va a ocupar, el de la línea de marea entre la tierra y el mar.

En todos los casos, el ecotono es un elemento consustancialmente dinámico, por él pasan las mayores cantidades de energía de reparto, en él conviven las especies de un lado y de otro, donde se dan los encuentros entre el depredador y la presa y el elemento que más especies concita, tanto de un lado como del otro. Los mayores cambios se dan en el ecotono en los intervalos de tiempo más pequeños. Hoy nos encontramos la costa de esta manera, llena de arena y al mes siguiente nos la encontramos llena de guijarros sin un solo grano de arena. Hoy repleta de restos que arroja el mar, dentro de una semana, limpia por completo.

Pues eso son las playas, eso es en definitiva toda línea costera, desde Algeciras a Estambul, desde Tarifa al cabo de Hornos. Es por eso que la UNESCO estableció hace muchos años (1971) el Programa Man And Biosphere para establecer las relaciones que se han de dar entre los humanos y el medio ambiente con bases científicas y al que ha dedicado muchos millones de dólares (OK, ya no tenemos que buscar en Google el acrónimo MAB de man and biosphere). En ese programa se citan como unas de las conclusiones las que se derivan del asedio permanente e incisivo de la economía del turismo en la costa, sobre todo en el Mediterráneo norte. Indica con precisión que en el fraccionamiento que se hace de todo el litoral bajo la presión urbanística, es conveniente dejar reductos de pequeño y mediano tamaño INTACTOS para refugio de fauna y vegetación que algún día estuvieron colonizando toda la costa, para queen algún momento, en un futuro, pueda servir de “nursery” en la recolonización de estos medios cuando ya todos hayamos desaparecido del planeta.

Todos los que en alguna ocasión nos hemos dedicado a la enseñanza o simplemente a la defensa de nuestro medio ambiente, sentimos en nuestro interior un fuerte revulsivo cada vez que, como canción de verano, aparece en los medios de comunicación la llamada a la limpieza de las playas para que el veraneante se sienta cómodo. No pensamos nunca que el turista se encontrará mucho más cómodo cuando sienta que España, Alicante, El Campello está mucho más cerca de las políticas de conservación que tienen en sus países de origen, que de una mal denominada “playa limpia”. ¿Acaso están sucios los bosques cantábricos por los 20 centímetros de hojas caídas en el otoño? ¿Habrá que limpiarlos también en la entrada del invierno?

Posidonia oceánica es una planta fanerógama marina, con flores y frutos, que habita y coloniza la plataforma oceánica hasta los 35 metros de profundidad, que da oxígeno a nuestras aguas, que da refugio a un sinnúmero de especies animales y vegetales, que aminora el embate de las olas, que es un auténtico lujo porque es el indicador biológico de las aguas limpias y de la salud de nuestros sistemas marinos. Y que, para desgracia de algunos, deja caer las hojas acintadas y viejas que el oleaje va trayendo a la orilla para que proteja, de esta forma, la arena que va recubriendo. No es tóxico, no mancha, es blando, no habita en estos arribazones ningún bicho peligroso, no daña la vista, no es plástico, no araña ni lesiona. Es simplemente hojarasca. ¿qué hay de malo en ello?

No es El Campello solamente. Son la totalidad de los municipios costeros los que carecen de maquinaria especializada para llevarse ÚNICAMENTE los arribazones de Posidonia y dejar la grava y la arena que subyace. Con cada palada de máquina al uso nos llevamos muchos kilogramos de la arena que tanto añoramos y dejamos al descubierto todos los líquidos de las fosas filtrantes de las urbanizaciones que DEBERÍAN ya tener alcantarillado desde hace años y que no vislumbran en el horizonte más cercano. Deberíamos poner más atención a estas pequeñas cosas que a la suciedad de nuestras calas.