El " Auditori Pedro Vaello" se reabre al público tras las obras de reforma con el espectáculo " Mare " interpretado por el Grup Salpassa El " Auditori Pedro Vaello" se reabre al público tras las obras de reforma con el espectáculo " Mare " interpretado por el Grup Salpassa

El " Auditori Pedro Vaello" se reabre al público tras las obras de reforma con el espectáculo " Mare " interpretado por el Grup Salpassa

Lunes 29 de Diciembre del 2014
Versión en PDF
El grupo folclórico campellero, con música de El So dels Barrejats, reestrena su último montaje ante 500 personas que acuden al remodelado recinto

Más de 500 personas asistieron el pasado sábado al reestreno de ‘Mare’, el último montaje del Grup de Danses Salpassa, una obra presentada el pasado verano en la Plaça del Carme y que ahora llegada a la Casa de Cultura en lo que supuso la reapertura al público del ‘Auditori Pedro Vaello’ después de las obras de remodelación de todo el recinto. Y de nuevo, todos los asistentes disfrutaron de la obra creada por Dani Alberola, con música en directo del El So dels Barrejats, y la colaboración de la Concejalía de Cultura.
 
Con ‘Mare’, Salpassa ha acercado al público a las madres que han sufrido por la dureza de los trabajos del mar, de un mar que ha sido el sustento de tantas familias. Además, el espectáculo ofreció una reflexión a la madre espiritual, la patrona de los marineros y plegaria de las madres en tierra firme. Con una base de ficción, ‘Mare’ recrea una historia basada en situaciones reales que los pueblos del Mediterráneo tuvieron que vivir en épocas pasadas, madres viudas y con hijos obligados a embarcar para mantener a sus familias. Y al mismo tiempo, una vez más, Salpassa ofreció una muestra de baile tradicional, donde desplegaron varias estampas costumbristas acompañadas de una indumentaria e escenografía a consonancia con la obra.
 
Partiendo de El Campello marinero, la obra comienza en un entorno ‘localista’, donde aparece una mujer viuda con sus tres hijos, dos niñas y un niño. El hijo se verá obligado a embarcar para ayudar en el sustento de la familia con el consiguiente sufrimiento de su madre, es por ello que él encarna la parte más amarga de esta historia. Sus hermanas, por el contrario, simbolizan la esperanza y la alegría, abriendo los ojos literalmente a la madre para hacerla participe del baile y la música, que son en este espectáculo los exponentes de la belleza de la vida. Las niñas ayudan a mirar con optimismo el futuro, ahuyentando nuestros miedos y preocupaciones.

Fotografías del artículo